México gana a una Francia inexistente

México gana a una Francia inexistente

Francia – México

Y Francia se la pegó. Muchos éramos los que esperábamos esto y al fin se dio. En la primera jornada, el hecho de que Uruguay tuviera miedo a perder, fue lo que salvó a la tricolor, pero se veía venir por todos que tarde o temprano perdería algún partido, y lo hizo contra una ordenada y atrevida México, que supo aguantar muy bien en el primer tiempo los tímidos arreones de Francia y ya solo empezar, Giovanni mandó un balón al palo. Los dos equipos lograron aguantar el empate a cero hasta el descanso, pero en la segunda mitad, cuando lo lógico hubiera sido que Francia cogiera el mando del partido y llevara la pauta, pasó todo lo contrario, México se encontraba cómoda sobre el terreno de juego y dominaba en todos los aspectos del juego. Javier Aguirre se dio cuenta de que podían hacer algo grande y se la jugó, sacó a Efraín Juarez, un centrocampista, para dar entrada a Javier Hernandez, la joven promesa mejicana que fue el encargado de marcar el primer gol. Más tarde, y tras un penalti inexistente, C. Blanco marcó el definitivo 2 – 0. Quiero destacar el gran trabajo de Salcido, el lateral derecho del PSV que ayer se salió contra los franceses, llegaba hasta línea de fondo y penetraba dentro del área sin ningún tipo de oposición por parte de Gallas y Sagna.

Raimon Domenech, más perdido cada día. Salió con una sensible variedad en el once inicial, y es que dio entrada a Malouda para que jugara por banda derecha, mientras Govou lo hacía por la izquierda, y a Ribery lo puso de mediapunta, El problema es que tanto Malouda como Govou estaban tan estáticos en banda que provocaron que los defensores mejicanos lo tuvieran todo a favor a la hora de tapar los huecos, así era imposible que le llegaran balones a Anelka, que terminó substituido. La pasividad de los jugadores franceses llega hasta tal punto, que parece que no tengan ningunas ganas de jugar este campeonato, pero esto llega hasta el banquillo, ya que Domenech estuvo todo el encuentro de pié con los brazos cruzados, y sin hacer cambio táctico, ni siquiera daba ordenes o ánimos a sus jugadores. El ambiente en torno a la selección francesa está muy caldeado, no se vaticinan buenos tiempos para los actuales subcampeones del mundo.