KEYLOR NAVAS, PERSIGUIENDO A CONEJO
Pese
a estar considerado uno de los mejores porteros de la Liga, la aventura de
Keylor Navas no ha hecho más que empezar. Con 27 años, ofertas procedentes de
toda Europa y un Mundial por delante, disfruta del momento más dulce de su
carrera. Con una admiración que se ha ganado a base de grandes actuaciones en
el Levante, el meta siempre ha contado con la protección de un mito como Luis
Gabelo Conejo.
Sólo ha habido dos porteros de Costa Rica
en la historia de la Liga. Luis Gabelo Conejo y Keylor Navas. A ambos les
separan 26 años pero les une una misma trayectoria. De hecho, uno parece empeñado
en continuar la senda que dejó el primero y ensanchar así su historia, la de un
país y un sueño mundialista. Para asegurarse de ello, el destino juntó hace
tiempo a los dos personajes de la trama, cuando uno tenía 14 años y el otro
estaba alrededor de la cuarentena. Uno se moría de ganas de aprender a ser
portero y otro se había convertido en un referente del futbol costarricense
gracias a un Mundial y el Albacete.
Cuando Conejo y Navas se conocieron todo
costarricense aun retenía en su retina el Mundial de Italia del 1990. El país
centroamericano se presentó como debutante a la cita, consciente que era el
mejor candidato para abandonar el certamen sin apenas deshacer las maletas.
Encuadrado en el grupo de Brasil, Escocia y Suecia, Costa Rica jugó con lo
puesto y resultó ser una de las revelaciones del torneo gracias, entre otras
cosas, a la gran actuación de su portero. Conejo tuvo una brillante carta de
presentación al mundo y la usó para aterrizar en la liga española. Una de las
mejores generaciones del Albacete a las órdenes de Benito Floro le esperaba
para hacer realidad el ascenso a Primera División. Años después, cuando por fin
conoció al pequeño e ilusionado Navas en las categorías inferiores de la
selección de Costa Rica, Conejo –entrenador de porteros– debió explicarle lo
bien que le trataron en tierras manchegas. Quizá también llegó a contarle que
encajó siete goles en su visita al Camp Nou en una noche en la que Stoichkov no
tuvo piedad de él.
Keylor Navas no dudó en seguir sus
pasos, así que después de despuntar en el Saprissa de su país natal tuvo claro
cuál sería el siguiente paso que debía dar, el Albacete. Nada pudo evitar el
descenso del ‘Alba’ la temporada 2010-11, pero precisamente esto fue lo que dio
la opción a Navas de marchar cedido al Levante, donde pudieron conocer la
naturaleza de un guardameta que siempre llamó la atención por su fortaleza
espiritual. Vivió a la sombra de Gustavo Munua durante todo un año y trabajó
para esperar su oportunidad. En su soledad recurrió a Dios, figura que le ayudó
a afrontar una situación difícil, como tantas otras se habría encontrado antes.
La práctica religiosa es esencial en la vida del costarricense y el fútbol no
le ha apartado nunca de su convicción, sino que le ha ayudado a creer. Por eso
se arrodilla antes de todos los partidos sobre la línea de meta y abre los
brazos para rezar segundos antes de que empiece el encuentro. Lo ha hecho
siempre y lo hará en cada uno de los partidos que dispute deseando que aparezca
un ángel en cada uno de los postes que defiende.
Como si se tratara de una broma de mal
gusto, empezó la vigente temporada encajando siete goles en el Camp Nou, igual
que años atrás había hecho Conejo, convertido en el máximo defensor de esta
joya que él mismo ha ido puliendo con los años. En el partido siguiente ya dejó
la portería a cero y desde entonces no ha hecho más que dar puntos al conjunto
granota. La tenacidad está recompensando a Navas con un año inmejorable. Los
números dicen que es el mejor portero de la Liga, situado al nivel de Courtois
y Valdés y su futuro apunta a los grandes de la Liga, incluso de Europa. No en
vano, el arquero percibe actualmente uno de los salarios más bajos de su
plantilla y la cláusula de recisión está alrededor de los 10 millones de euros.
Tras su andadura en el Albacete, Conejo
volvió a poner rumbo a Costa Rica, pero la carrera de Navas apunta mucho más
alto que la de su maestro. Su nombre empieza a aparecer en todas las quinielas
de aquellos que buscan un portero con garantías y a la vuelta de la esquina
está el Mundial de Brasil, en el que el país centroamericano participará ocho
años después. Hace 24 años y en un escenario parecido Gabelo Conejo escribió el
nombre del país caribeño en la historia de los mundiales. Keylor Navas
intentará repetirlo este verano.
panenka
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